jueves, 5 de junio de 2014

“Mi voto es por Colombia en paz y la política internacional que representa el presidente Juan Manuel Santos”, anuncia Clara López

Bogotá D.C., Colombia   . -   “He tomado la decisión en conciencia de votar y promover el voto por la posición que representa en materia de paz y de relaciones exteriores el presidente Juan Manuel Santos e invito a quienes comparten mis razonamientos a acompañarme en esta determinación”, expresó la ex candidata presidencial y presidenta del Polo Democrático Alternativo, Clara López Obregón, al anunciar el sentido de su voto en los comicios del próximo 15 de junio.
Dijo, durante una rueda de prensa, que  “al no acceder a la segunda vuelta, nuestras aspiraciones quedaron temporalmente aplazadas. Nuestra responsabilidad ante la coyuntura actual consiste en seguir trabajando para construir las nuevas mayorías que coloquen nuestro programa en el rumbo de lo posible. No hay otro camino por ahora, pero ello no nos exime de tomar las decisiones que nos corresponden como dirigentes responsables frente a la segunda vuelta presidencial”. Ello, subrayó, “sin cejar en nuestros esfuerzos por exigir los cambios que Colombia necesita”.
Afirmó que si bien en los debates de la primera vuelta presidencial en los que participó con los otros candidatos expuso y defendió una propuesta de gobierno completamente distinta a la de ellos que se sustenta fundamentalmente en un cambio de modelo económico dirigido a garantizar en forma efectiva el goce de los derechos fundamentales de los colombianos, coincidió con Juan Manuel Santos, en la necesidad de continuar desarrollando dos políticas de Estado que calificó como “centrales para el futuro de Colombia”.
En primer lugar, “la necesidad inaplazable de darle una solución política negociada al conflicto armado que ha sido bandera del Polo Democrático desde su fundación, lo que exige respetar los mecanismos y agenda acordados para realizar los diálogos de La Habana”; y en segundo lugar, “el imperativo constitucional en nuestras relaciones exteriores de respetar los principios internacionales de buena vecindad y de promover la integración latinoamericana y del Caribe, lo que exige la no intervención en los asuntos internos de los demás países, la utilización de los canales diplomáticos para dirimir las diferencias que surjan y la cordialidad con los gobiernos y pueblos de nuestra América”.
“Durante la campaña –agregó la excandidata presidencial del Polo Democrático-, defendimos decididamente la continuación de las negociaciones de La Habana hasta su culminación para ponerle fin al conflicto e iniciar la construcción de paz y de reconciliación acompañadas de la necesaria profundización y ampliación de la democracia en lo político, lo económico y lo social”.
Anunció, igualmente, que seguirá trabajando en el impulso de los temas de su plataforma programática que obtuvo el respaldo de dos millones de colombianos en las urnas el pasado 25 de mayo, continuando con el ejercicio democrático “de la oposición civilista y alternativa así como la materialización progresiva de elementos de nuestro programa mientras logramos acceder al Gobierno para realizar el cambio de rumbo que Colombia requiere”.
Declaración
El texto completo de la declaración de la presidenta del Polo Democrático Alternativo es el siguiente:
CLARA LÓPEZ: MI VOTO ES POR LA PAZ
He tomado la decisión en conciencia de votar y promover el voto por la posición que representa en materia de paz y de relaciones exteriores el Presidente Juan Manuel Santos e invito a quienes comparten mis razonamientos a acompañarme en esta determinación.
Los resultados de la primera vuelta presidencial reflejan a las claras que el proyecto político de cambio que presentamos a consideración del pueblo colombiano tiene una amplia audiencia que es menester consolidar y proyectar si queremos construir una sociedad más democrática, más libre e igualitaria y más conviviente. La elección presidencial en dos vueltas exige una doble decisión de los electores: en la primera, expresar sus aspiraciones; y en la segunda, decidir entre las opciones posibles. Al no acceder a la segunda vuelta, nuestras aspiraciones quedaron temporalmente aplazadas. Nuestra responsabilidad ante la coyuntura actual consiste en seguir trabajando para construir las nuevas mayorías que coloquen nuestro programa en el rumbo de lo posible. No hay otro camino por ahora, pero ello no nos exime de tomar las decisiones que nos corresponden como dirigentes responsables frente a la segunda vuelta presidencial.
He tomado la decisión en conciencia de votar y promover el voto por la posición que representa en materia de paz y de relaciones exteriores el Presidente Juan Manuel Santos e invito a quienes comparten mis razonamientos a acompañarme en esta determinación. En la deliberación pública de la pasada campaña defendimos un programa de gobierno distinto y alternativo al de los otros candidatos en contienda que contempla, entre tantas otras propuestas, un cambio de modelo económico para reemplazarlo por uno más justo y equitativo, la renegociación de los TLC para garantizar la reindustrialización del país, el rescate del agro, la protección del medio ambiente y la consecución del pleno empleo; la eliminación de las EPS y de la intermediación financiera para garantizar el derecho a la salud, la gratuidad en la educación desde los tres años de preescolar hasta e incluyendo el nivel superior para acercarnos a la igualdad de oportunidades fortaleciendo la educación pública y manteniendo la privada bajo esquemas sin ánimo de lucro; el mínimo vital gratuito de agua potable.
Con todo, en los debates coincidimos frente dos políticas de Estado, centrales para el futuro de Colombia: (i) la necesidad inaplazable de darle una solución política negociada al conflicto armado que ha sido bandera del Polo Democrático desde su fundación, lo que exige respetar los mecanismos y agenda acordados para realizar los diálogos de La Habana y (ii) el imperativo constitucional en nuestras relaciones exteriores de respetar los principios internacionales de buena vecindad y de promover la integración latinoamericana y del Caribe, lo que exige la no intervención en los asuntos internos de los demás países, la utilización de los canales diplomáticos para dirimir las diferencias que surjan y la cordialidad con los gobiernos y pueblos de nuestra América.

Estos dos temas están entrelazados porque tienen que ver con el derecho-deber a la paz que contempla nuestro ordenamiento constitucional y que sirve de sustento para el respeto de la vida y los demás derechos en una sociedad que tiene que aprender a solucionar sus diferencias por las vías del diálogo y de la amigable composición. Durante la campaña defendimos decididamente la continuación de las negociaciones de La Habana hasta su culminación para ponerle fin al conflicto e iniciar la construcción de paz y de reconciliación acompañadas de la necesaria profundización y ampliación de la democracia en lo político, lo económico y lo social.
En función de la paz interior pero también de la exterior mi voto es por Juan Manuel Santos en el entendido de que la paz no se agota con la firma de los acuerdos y que para construirla y sustentarla se hacen necesarias profundas reformas económicas, políticas y sociales. En razón de ello seguiremos trabajando de manera independiente y autónoma por la construcción de una sociedad verdaderamente democrática y en paz.

Hago un llamado a quienes acompañaron en la primera vuelta el programa de cambio para enrumbar a Colombia por un Buen Camino para que votemos por la paz este 15 de junio, sin cejar en nuestros esfuerzos por exigir los cambios que Colombia necesita. Por ello continuaremos acumulando fuerzas en respaldo de nuestro programa que contempla el fin del conflicto armado como requisito para avanzar en democracia hacia la conquista de los bienes superiores de la paz que requerimos para llegar a gobernar a Colombia con un programa de cambio.

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